“… El que esté libre de pecado que tire la primera piedra… Tampoco yo te condeno. Vete y no peques más.” del Evangelio según San Juan.

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Poemas a nuestros titulares

Al Cristo del Perdón

¡Oh Señor del Perdón!
Concédeme lo que pido
a otros les has dado tanto
y yo te pido un milagro
de tantos que haces yo me
conformo con uno, salud y tu gracia
y sentirme útil en la vida.
Saber que algo he dejado
que la tierra no me olvida
que por algo he de luchar
mientras quede aliento me quede
Y cuando llegue el final
No le temeré a la muerte
Señor del Perdón
será un milagro, todos
los Almuñequeros te
queremos y nunca te
olvidaremos
                                               
                                                                                      Elisa Jiménez Vílchez
 
A la Verónica


¿Dónde está Jesús?
Jesús el nazareno
vengo a limpiar su sudor
con este pañuelo que llevo.

La Verónica se acerca
limpia el rostro de Jesús
llorando de agonía
muestra la imagen plasmada
a su madre dolorida.

No llores mujer
le susurra el nazareno
que mi padre celestial
me necesita en los cielos.

Bendita Verónica
qué imagen más bonita
cuanta suerte tuvo
de estar junto al Mesías.

Que labor tan grande tuvo
y grata su compañía
que jamás abandonó
al maestro que la quería.

Levantarla a lo más alto
derechita y con buen paso
que se note la tristeza
y el luto sobre su manto.

Mirar el pañuelo que lleva
con la cara de Jesús
rota de dolor enseña
la amargura de Jesús.

Adiós Verónica adiós
sigue detrás de el
y alivia su desconsuelo
como tú sabes hacer. 
                                                                                                       Antonio García Peñálver

A la Virgen del Carmen


Virgen del Carmen Bendita
eres la Estrella del mar,
a la que siempre acudimos
y nuestras penas contar.

Ayúdame Virgen madre
de tanto mal que me han hecho,
que yo pueda perdonar,
para llegar hasta el cielo
para poder disfrutar.

Quiero que seas mi madre
en la tierra no encontré,
un cariño verdadero
todo en ella es falsedad.

En tus brazos yo me pongo
que me den ese calor,
del que me faltó en la vida,
sálvame Virgen del Carmen
a tus pies vengo a implorar,
para que amparo me des.

Como la Madre de todos,
aquí vengo yo a postrarme,
que tus brazos me recojan
en aquel postrer momento,
suplicando tu perdón
para llevarme hasta el Cielo.

                                                                                                       Anónimo